UNE COMUNIDAD CATÓLICA CON VOCACIÓN ECUMÉNICA

UNA DIVERSIDAD RECONCILIADA

En una misma comunidad

«¡Oh, qué bueno, qué
dulce habitar los hermanos todos juntos!» Sal 132

Parejas y célibes consagrados, mujeres y hombres, originarios de diferentes países y de diferentes culturas, hemos elegido la aventura de la vida comunitaria siguiendo a Cristo.

Reunidos en un mismo barrio o bajo un mismo techo, experimentamos en lo cotidiano que compartir multiplica. Compartir lo que somos nos hace aún más hermanos y hermanas.

En este humilde camino de vida cotidiana compartida, experimemtamos cómo el encuentro con nuestras diversidades es una riqueza cuando pasa por el crisol de la reconciliación. De esta comunión brota a alegría y la fiesta que se encuentran en el centro de nuestra comunidad.

UNA VOCACIÓN ECUMÉNICA

«Que todos sean uno» Jn 17, 21

«Osamos creer en la Unidad Visible de la Iglesia y recibimos como misión trabajar en ella con todas nuestras fuerzas.» Constituciones pág. 20

Con el deseo de hacer nuestra la oración de Jesús, que fue el primero en orar por la unidad, rezamos cada día así: «Señor Jesús, que has orado para que todos sean uno,te rogamos por la unidad de los cristianos, como Tú la deseas, por los medios que Tú deseas. Que tu Espíritu nos conceda sentir el sufrimiento de la separación, ver nuestro pecado, y esperar más allá de toda esperanza. Amen»

“Todo lo que podamos hacer juntos, hagamoslo”. Católicos, protestantes, evangélicos, pentecostistas,ortodoxos y anglicanos, compartimos nuestra vida cotidiana y llevamos a cabo nuestras misiones juntos, para dar testimonio juntos del amor del Padre por todos sus hijos. 
En este camino proponemos diversas formaciones ecuménicas y deseamos comprometer a nuestras Iglesias con nosotros para tener fuertes lazos de unión que nos rodeen.

UNA DINÁMICA MISIONERA

Al servicio de la Iglesia y del mundo

«Unidos a él, tenemos el valor de poner todos nuestros carismas al servicio de los otros.» Papa Francisco

En respuesta a la llamada de Cristo y de la Iglesia, comprometemos nuestras vidas par estar al servicio de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, allí donde el Espíritu nos envia y nos conduce: al otro lado de la calle o a la otra punta del mundo, en parroquias confiadas a la Comunidad o en el ámbito profesional, en nuestros lugares de formación, residencia de estudiantes o escuelas de discípulos, así como al lado de los niños de la calle.

Juntos o de manera individual, cada uno con su propio carisma, deseamos «ser todo de todos» y anunciar a Cristo.Con audacia y ardor, osamos dar testimonio del fuego que nos anima a trabajar con los jóvenes, las familias, profesionales, jubilados, adolescentes..

ALGUNAS CIFRAS

2400 personas se han comprometido en la Comunidad, presente en 30 países, en 80 diócesi ; entre ellas, 400 célibes consagrados, de los cuales 120 sacerdotes. Una centena de hermanas y hermanos realizan estudios filosóficos y teológicos dans diferentes universidades, o siguen su formación espiritual y comunitaria en los centros de la Comunidad. La Comunión de Chemin Neuf reagrupa a unos 3000 miembros, que sin ser comunitarios, comparten la misión y la espiritualidad de la comunidad.

En el ámbito de la misión con los jóvenes, la comunidad anima 25 residencias de estudiantes y organiza festivales de verano que reúnen varios miles de jóvenes. Cada año envía una veintena de jóvenes en misión de solidaridad internacional en una dicena de países.
La Misión Caná, presente en 50 `países, reagrupa a 5000 parejas comprometidas en el mundo. Cada año organiza más de 450 sesiones y retiros para parejas y familias.
Desde 1995, 30 parroquias han sido confiadas a la comunidad en una docena de países.

La comunidad anima 8 centros de formación abiertos a todos y continúa la misión de diferentes congraciones en 17 Abadías. De hecho, 51 casas de acogida permiten desplegar la vida comunitaria y sus misiones.

Suscitada por el Espíritu Santo,
la Comunidad de Chemin Neuf nació
para sostener los desafíos de la Iglesia
y del mundo de nuestro tiempo.