El curso ha dado comienzo, y con él todas las misiones y actividades pastorales de la Comunidad Chemin Neuf. María y Khushi nos cuentan cómo vivieron el primer encuentro de jóvenes de 14 a 18 años que tuvo lugar en la Cartuja Aula Dei:
¡Hola! Somos Khushi y María, tenemos 14 años y vivimos en Zaragoza. El fin de semana del 23 al 24 de octubre acudimos al retiro 14-18 de la comunidad Chemin Neuf en la Cartuja Aula Dei. Una vez que supimos que iba a haber un retiro enfocado a nuestra edad, no nos lo pensamos dos veces y nos apuntamos (a pesar de que teníamos ese mismo finde otro retiro de otro grupo carismático al que vamos ).
El año pasado ya habíamos acudido a un 14-18, en el que ya conocíamos de otras veces a las personas que estaban involucradas en él, pero esta vez no sabíamos quiénes iban, ni cómo iba a ser. De alguna forma nos sentíamos llamadas.
Las dos coincidimos en que cuando llegas a la Cartuja, te inunda una gran sensación de paz, alegría y tranquilidad. Lo que nos sorprendió, fue ver que íbamos a convivir con adolescentes de otros países por lo que hablaban distintos idiomas. Al principio pensamos que no íbamos a ser capaces de comunicarnos ‘’decentemente’’, pero nos dimos cuenta que eso no era un problema, ya que todos sabíamos inglés.
Comenzamos el retiro con distintas dinámicas, alabanza, juegos… Nos dimos cuenta de que a pesar de nuestra cultura, idioma y forma de vivir la fe, había algo muy fuerte que nos unía, era el amor que Dios tenía hacia nosotros.
Fue una experiencia muy enriquecedora para nosotras, el ver que a Dios no le importa lo diferentes que somos y que él nos quiere así, de la manera en la que él nos ha creado. Algo nos ayudó mucho, fue el escuchar charlas y otros testimonios porque es una forma muy interesante de darte cuenta de que no estás solo en la fe y que vivir y compartir en comunidad te ayuda a crecer como persona.
El finde semana nos supo a poco y estamos deseando volver, pero estamos inmensamente agradecidas y llenas la fuerza del Espíritu Santo para continuar con nuestras vidas, encaminándonos siempre a Jesús.