“Camináis en una apertura ecuménica y un corazón disponible para acoger las diferentes culturas y tradiciones, para poder transformar el rostro de nuestra sociedad». El viernes 30 de abril de 2021, el Papa Francisco recibía a la Fraternidad Política de Chemin Neuf en una audiencia privada. Una treintena de jóvenes, miembros de la Fraternidad Política, o participantes del encuentro Changemakers se desplazaron a Roma para la ocasión. Llegados desde una quincena de países, y pertenecientes a Seis Iglesias diferentes, la diversidad que deseamos vivir ¡estaba bien representada! Aquel que le ha dado al mundo recientemente la encíclica Fratelli Tutti, nos exhortó dos veces a «a construir puentes entre los hombres, entre los pueblos» y a «cree(a)r lazos de amistad».

Esta audiencia era en primer lugar un encuentro fraterno. El Papa Francisco desprende su ternura hacia los Hombres, dando testimonio del Amor de Dios por la Humanidad. Como expresa el mensaje que le dirigimos en español a través de nuestra hermana colombiana Laura, nos sentimos de manera particular cercanos a su magisterio, que inspira y orienta nuestra Fraternidad Política desde sus inicios.

Pero más allá de las palabras, se trata también de su manera de ser, atenta y jovial que va edificando Francisco. Y lo que nos invita a imitar, citando Christus vivit (n°168) : “[La vocación laica de la caridad] consiste en vivir en medio del mundo y de la sociedad para evangelizar sus diversas instancias, para hacer crecer la paz, la coexistencia, la justicia, los derechos humanos, la misericordia, y extender de esta manera el Reino de Dios en el mundo”.

En el mensaje que el papa dirigió a los jóvenes de la Fraternidad Política, el Santo Padre ha insistido varias veces en la atención a las personas, en particular a las más pobres, pidiéndonos insistentemente que «a través de nuestros proyectos, nuestras iniciativas, nuestras acciones, podamos hacer visible una Iglesia pobre con y para los pobres, una Iglesia en salida que se hacer cercana de las personas en situación de sufrimiento, precariedad, marginación, exclusión». Se apoyó en la situación de los migrantes, que debían estar en el corazón de nuestro fin de semana previsto en Roma (finalmente aplazado al 2022), para recordarnos que se trata primero de encontrarse, para conocer las historias personales, y así comprender.

Este testimonio humilde de nuestras vidas comprometidas, detrás de la «carrera desenfrenada por el tener, podrá así «dar de nuesvo el gusto de la vida y la esperanza en el porvernir de numerosas personas y en particular de numerosos jóvenes», porque «con los jóvenes de vuestras sociedades […] hacéis frente a los desafíos donde están en juego el bienestar y el cuidado de nuestra casa común», y «todos estamos en el mismo barco». El Santo Padre también recordó la necesidad de permanecer enraizados en Cristo: «No olvidéis jamás que Cristo está vivo y os llama a seguirle valientemente».

Después de esta jornada vivida en oración, pudimos compartir lo que cada uno había vivido recibido en este encuentro. Pero sabemos que tenemos que rezar y acoger toda la riqueza de las exhortaciones del Papa. Damos gracias por la manera en la que el Espíritu Santo conduce a su Iglesia a través de su Pastor Francisco y nuestra pequeña Fraternidad Política que se agranda y toma una dimensión más universal gracias a estas llamadas.

Rezad por nosotros, y juntos recemos por nuestro papa, que nos pidió numerosas veces que rezáramos por él. ¡La iglesia y el mundo necesitan santos!